lunes, 6 de agosto de 2007

19- RENACER A LA NIÑEZ

VUELTA A SER NIÑOS





Mi cuerpo es uno con el alma. Estoy en el jardín de mi niñez y siento cómo vuelvo a ser un niño. La alegría me invade, la sonrisa se convierte en una media luna y la luz columpia mis gestos.

Mis ojos son blancos como las nubes y mis movimientos salen del agua pura de la inocencia. Este es el País de Nunca Jamás, donde todos los niños siempre son pequeños y grandes de imaginación.

Veo un gran cuaderno en blanco, donde los niños dibujan y crean todo lo que en sueños imaginan: Árboles que hablan, muñecos de madera que son niños, un soldado de plomo que encuentra su pierna, una bestia que se enamora de una bella joven, una blanca chica con sus siete cualidades, una pequeña niña en el País de las Maravillas, un gato y sus botas, la joven princesa de las doce, la india de la naturaleza, tres cerditos y su casas, los viajes de un gigante y muchos más que aquí viven.

También hay un patio de recreo, donde tú inventas los juegos, como la rayuela, la comba, las bolas, el pañuelo y todos aquellos juegos que tienen el sello del amor.

Descubrí sensaciones de olores, tacto, sonido, gusto y vista, como si fuera el último momento de mi vida y disfrutara con intensidad.Los colores son una montaña rusa que giran a mí alrededor en ese parque de atracciones que es la pureza, donde disfrutan los niños: Ese tiovivo con caballitos de mar, leones, ballenas, panteras y lo que quieras tú, pero aquí todos tienen vida y no están sujetos a nada porque eres libre para viajar en tus sueños.

No sólo hay un mundo, hay miles de planetas y toda clase de seres de otras galaxias. La madre leyenda tiene aquí a todos sus hijos, como los gnomos, hadas, unicornios, pegasos, duendes, dragones sin fuego, magos y un bosque encantado. Todos son muy felices en mi jardín.

Aquí no hay colegio porque no hay que aprender nada, sólo se ríe y se imagina una nueva aventura. La edad no existe, eso de cumplir años para recibir regalos no es necesario. Todo aquí es un regalo. Y la palabra dolor no tiene significado, los niños siempre son alegres y el bienestar es aire que se respira.

El cielo es una pantalla donde hacemos nuestra película de amor. Nosotros somos el proyector y la película.

Escucho la voz de mi padre, creo que me está llamando. Quiere que vaya a su trono.

- ¡Jesús, hijo mío, ven! Quiero encontrarme otra vez contigo en toda tu plenitud.

- Padre, ¿dónde estás?

- Hijo, estoy en tu corazón. El camino se quedó atrás, ¿no te acuerdas?

- ¡Claro, rey de luz, sólo hay amor de padre en mi corazón! Padre te he compuesto una poesía porque eres el ser que más quiero. Te la leo:

Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado es tu nombre.
Todo es tu reino
y se hace tu voluntad
en la tierra y en el cielo.

Hoy damos el pan que necesitamos
y sabemos que nada nos ofende
ni a Ti ni a nosotros
porque todos tenemos
el recuerdo de Tu luz.

No nos dejes caer
en nuestra propia tentación
y muéstranos el camino
que llega hasta Ti.

¡Tuyo es el reino,
Tuyo es el poder
y Tuya es la gloria
por los siglos de los siglos!

- Hijo, esas palabras son mi sangre y esa sangre ere tú. ¡Bienvenido a mí! Jesús, pasa a mi interior; te enseñaré mi identidad.

No hay comentarios: