lunes, 6 de agosto de 2007

1- JESÚS Y SU PADRE

JESÚS SE PRESENTA Y HABLA DEL PADRE



Hola hermano, mi nombre es Jesús y soy el primero de mis hermanos. Soy el más pequeño de todos, en total somos doce y vivimos con mi padre.

Yo siempre estoy al lado suyo, soy uno con él. Mi cuerpo es todo luz, resplandece con un color amor que en tu planeta no se ve. Mi ropa es tu sufrimiento, que yo te lo devuelvo con toda mi alma convertido en felicidad. Mi sangre son ríos que llevan desde tus venas hasta mi padre el mar de la vida.

Cuando nací me ocurrió como a ti: La madre divina dio a luz una nueva vida. Como tú, yo ya era luz pero para venir al mundo en un cuerpo me perdí.

Sí, yo he hecho el camino no sólo una vez sino siete veces. Y siempre he llegado a encontrarlo y, al igual que te pasará a ti, un día se volverán a encontrar nuestros caminos, porque el mío es el tuyo.

Yo, que soy tu hermano, estaré en la puerta esperando que tú llegues y cuando estés perdido, seré luz en tu luz y localizarás otra vez la orientación, porque todos nuestros hermanos de luz serán tu brújula.

Sí, yo también sufrí hasta que no entendí que era espíritu antes que mente y cuerpo. Bueno, ahora soy luz con mi padre pero, hermano perdido, nunca te abandonaré. Somos doce, de los cuales hay muchos que están fuera, pero esa es otra historia que más tarde contaré.

Hablaré de mi padre. Él lo es todo para mí. Si yo estoy respirando él también; cada palabra que pronuncio sale de su boca; los ojos suyos son los míos y cuando yo tiendo una mano él siente la tuya.

Mi padre es todo luz. Donde hay oscuridad él llega como un nuevo día; su piel es la tuya y la de los animales y minerales, y su sangre es el agua que fluye de tu corazón.

Tu mundo es una célula de mi padre y tu vida es una pulsación del corazón de mi padre. El sol es la energía que mi padre te regala cada día y baña tu vida de luz.

La noche no pertenece a mi padre pues es una ilusión tuya. Tú crees que la sombra es ausencia de luz, pero nada escapa a la voluntad de mi padre y es imposible que en todo el universo haya algo distinto a la luz.

La muerte es para él un cambio que tú necesitas, un escenario que únicamente te afecta a ti. En mi padre nada muere, sólo se transforma para alcanzar un mayor grado de luz. La tierra es energía que evoluciona; el agua es la savia que mueve a todos los seres; el fuego hace nacer nuevas vidas y el viento lleva a todos los seres a lo más alto de los corazones. Todo esto es movimiento de mi padre.

El tiempo para mi padre no existe. Sólo es un movimiento de conciencia. El amor es mi padre, esa es su energía pura. Todos los seres que viven en tu mundo son luz que proyecta mi padre: Todo es amor.

Mi padre no es materia, pues aunque tú creas que lo que tocas es real, nada es cierto. Todo lo que ves está hecho con tu imaginación, esa vida que vive cuando no hay luz y que es falsa.

La conciencia está en mi padre, tu despertar es luz en mi padre.
La bondad y la humildad son los ojos con los que te mira mi padre. La paz es el centro de mi padre.

En cada nacimiento de un ser hay un latido de mi padre. El dolor que cada uno sufre o que transmite es para mi padre. Tú eres mi padre, sólo amor, que es todo.

Y te preguntarás quién es el padre. Esa respuesta la puedes buscar en el silencio. Yo soy el hijo. Soy la unificación de mi padre y mi padre es tu espíritu.


¿No te acuerdas de tu padre, hermano?

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