lunes, 6 de agosto de 2007

18- LOS GUARDIANES DE LAS PUERTAS

Un guerrero de la luz abre la puerta. Su forma es parecida a un guerrero de la antigua civilización egipcia y por encima de él se eleva una cobra. Tiene una espada en una mano de la que salen siete cabezas de dragón lanzando fuego y en su otra mano tiene una espada con siete serpientes de luz.

Detrás de él sopla con fuerza el viento, mas el guerrero es una columna. Su fuerza sobrepasa los conocimientos esotéricos. Su aura ciega a todos los que no tienen ojos.

Una voz que no sale del guerrero, sino de las cabezas de las espadas, me habla:

- Estas son mis siete preguntas, pero tus repuestas valen por tres. Primera pregunta: ¿Tú crees en tu existencia?

- La luz es interna y no necesita la existencia.

- Segunda pregunta: ¿Quién creó a tu padre?

- Una energía no se crea, vive por siempre.

- Tercera pregunta: ¿Esa casa no será una fantasía tuya?

- El amor no es una fantasía.

- Cuarta pregunta: ¿Amas más a tu padre que a tus hermanos?

- Son lo mismo.

- Quinta pregunta: ¿Por qué has dudado en varias ocasiones?

- Hay que evaluar los “pros” y los “contras” para aprender a pensar por uno mismo, si no podemos tener grandes fracasos.

- Sexta pregunta: ¿Has deseado a alguna mujer?

- La negación siempre ha sido mi victoria.

- Séptima pregunta: ¿Qué es lo que deseas en este mundo?

- Estar con mi padre luminoso.

El viento paró. Las espadas se convirtieron en palomas astrales que dejaron una estela de triunfo en el firmamento. La puerta se abrió y un suave olor de calor de amor cubrió mi aura blanca.

Enfrente veo la otra puerta y detrás se aprecia una gran burbuja de tiempo. Me acerco a la puerta para dar tres llamadas. Sale otro guerrero de luz, pero su aspecto no es el mismo del primero. Este se parece a un maestro jedi. Es muy curioso, en su mano lleva una espada que es un espejo.

Un poco sorprendido por su espada le pregunto:

- ¿Para qué es?

- Hijo de tu padre, aquí tendrás que demostrar contigo mismo si eres capaz de entrar en tu clon a tu voluntad. Mírate en mi espejo. ¿Qué ves?

- Mi cuerpo físico.

- ¿Estás preparado para entrar en el espejo?

- No hace falta la imaginación porque la fe crea a voluntad mía.

Y en carne volví a convertirme, la puerta se transformó en un gran espejo y crucé el reflejo de mi alma. La puerta se abrió. El sabor era dulce como una fresa fresca.

Continué el camino y la última puerta estaba ante mis ojos: Era mi jardín de la infancia. Llamo con lágrimas de felicidad y sale el último guerrero. Es como transparente, pero su piel está formada por numerosos colores fluorescentes ; sus ojos son los míos y en la mano sostiene una gran llave de oro.

- Jesús, tú que has llegado tan lejos, ¿quieres la llave?

- Sí, sabio de la Puerta Universal.

- Introdúcete en el hiperespacio con tu cuerpo y toma la llave.

Vuelo en el futuro, en mi pasado, en todos los tiempos... en cada alma, en otros mundos. Sólo soy energía.

Estoy llegando a mi jardín. ¡Ya lo veo!

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